Carlos Santanatalia, egresado del Grado de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad San Jorge, tiene su propia empresa de fotografía de bodas. Este nuevo amante del running y del hockey tiene claro que la mejor improvisación es la preparación. Algunas de sus fotografías han sido premiadas por el prestigioso portal Wedding Photography Select de Inglaterra, el portal ruso Mywed. Algunos otros son el portal Wedisson Awards, Wed Photo Spain, Fotógrafos de boda España y de uno de los portales más importantes del mundo, Fearless Photographers. También ha recibido premios de. La cámara con la que se siente más cómodo es una Canon con una lente de 35 y 85 mm.

 

 

• ¿Cómo llegaste al mundo de la fotografía?

Fue en la boda de mi hermana. Yo era el encargado de llevar el coche y en la sesión de fotos estuve todo el rato con ella y con los fotógrafos. Vi que se lo estaban pasando muy bien. A mí esa idea de trabajar y disfrutar me gustó muchísimo y dije: “Yo quiero ser fotógrafo”.

Tiempo después fui a hablar con mi padre para comentarle que quería ser fotógrafo de bodas y que me tenía que financiar una cámara. Lo bueno fue que se la pude pagar rápido. Mis padres no dudaron y eso fue un gran apoyo aunque pensaba que no iba conmigo, soy un chico poco cariñoso. Ellos ven  la fotografía de boda de su época, muy melosa y posada, no conocen la fotografía documental y no les cuadraba conmigo.

 

•  ¿Cuál ha sido tú camino formativo hasta llegar hasta aquí?

Yo no he realizado ningún curso de fotografía. Llevo 4 años trabajando y mi formación ha sido, principalmente, leer el manual de la mis cámaras, es muy importante conocer nuestra cámara. Por otro lado, he realizado algún workshop y, sobre todo, mediante vídeos de youtube o libros de fotografía como el último que he leído Sin miedo al flash de José Antonio Fernández. También he aprendido mucho de las críticas.

 

•  En los comienzos, ¿cómo empezaste a crear una agenda de contactos, a tener los primeros clientes? ¿Cómo te diste a conocer?

Mi principal medio de difusión ha sido el boca a boca, aunque realmente los verdaderos precursores de la publicidad fueron los primeros valientes que confiaron en mí. Siempre se ha dicho que el primer amor jamás se olvida, pues mi primer amor fueron Blanca y Eduardo, una pareja que confió en mí ciegamente sin haberles enseñado nada de portfolio. Fueron verdaderamente grandes porque realmente yo no pude mostrar mi valía con  fotos, solo les prometí que podía hacerlo y mi palabra fue mi moneda de cambio esa vez.

 

•  ¿Por qué has decidido dedicarte exclusivamente a la fotografía de bodas?

Yo he trabajado en muchos aspectos dentro del mundo de las bodas y fuera, pero definitivamente me he centrado en esta fotografía porque es donde me siento cómodo, donde estoy feliz y donde a la vez me siento un aprendiz. No paro de aprender de compañeros, de las parejas y de los nervios del novato cada fin de semana.

Este mundo de la fotografía de bodas tiene algo mágico, algo que hace levantarme el día de la boda tan nervioso que pocas veces puedo comer algo antes de comenzar. Estoy seguro de que el día que deje de sentir esto, mi tiempo en la fotografía de bodas habrá terminado.

A mí me gusta hacer fotos de la situación, por ejemplo en la boda de Alex y Laura, entré en casa de Alex; toda su familia estaba sentada en el sofá y le hice foto. Vengo a contar cómo eres. Tu boda es única por esos momentos. En realidad todas las bodas son iguales, lo que las hace únicas son las personas que hay en ella y cómo se comportan.

 

 

 

 

 

 

 

•  En tu página web dices que a través de una fotografía intentas transmitir emociones, ¿cómo logras retratar esa sensación?

Este último año para transmitir estas emociones he trabajado principalmente con las parejas, he buscado que su historia e incluso ellos mismos fueran muy afines a mí, de esta forma la relación que creamos es de total unión y confianza. De esta forma, se muestran en cada foto tal y como son y yo tengo la posibilidad de disfrutar de cada instante simplemente disparando.

Con Laura y Alex tenemos un claro ejemplo, su historia me enamoró desde el primer día. Crear una relación muy estrecha con las parejas también me ha ayudado a pasar inadvertido en las bodas, así consigo captar momentos que normalmente no se hubieran mostrado por vergüenza o falta de cercanía. Tengo poca vergüenza, hay que saber estar en los momentos pero sin molestar. No te puedes perder nada.

 

 

 

 

•  Las bodas son un acontecimiento muy especial para las parejas, ¿cómo vives ese momento?

Con mucha presión, mucha ilusión y muchísima alegría. Para bien o para mal sigo siendo el mismo antes de empezar la boda que al terminar y sigo siendo el mismo que hace cuatro años cuando empecé, lo importante es ser uno mismo y creer en lo que haces. Es un privilegio, formar parte de ese momento, romper la barrera de fotógrafo llegando a ser un amigo; ese momento es perfecto para obtener las mejores fotos porque los novios están a gusto.

Con Laura y Alex hicimos 15 minutos antes del banquete, llegamos, les hice fotos y los deje que fueran al coctel. Ellos iban pasando por las mesas y todos disfrutaban. Mi deber es que ellos disfruten y tengan recuerdos de esa vivencia.

Es importante que la pareja confíe en ti a la hora de hacer fotos y también es importante que haya química entre las parejas. Prefiero la fotografía emocional-documental.

 

--Alejandro Romeo, novio de una de las parejas que ha fotografiado Carlos Santanatalia afirma que “parece un paparazzi, aparece en todos los lados pero era como un invitado más, termina siendo parte de nosotros. Al principio estas nervioso si no tienes experiencia en posar para fotografía pero él lo hace fácil”--

 

 

•  ¿Tienes alguna anécdota divertida? ¿Nos la/s podría/s contar?

Últimamente estoy trabajando más en mi tierra, en Jaca. Jaca aparte de ser conocida por lo bonita que es, es conocida por sus fiestas. Este año me enfrentaba a una boda que tenía muchas ganas de vivir, una parejita de Jaca de esas que tienen una gran cantidad de amigos me contrataron para su boda. Meses antes ya todos me iban avisando que si estaba preparado para la que se me venía encima, y yo muy seguro decía que sí. El día de antes de la boda, el novio me escribió para que me pasará a tomar una copa con ellos (la boda era por la mañana y esto fue, más o menos, a las 11 de la noche). Yo había quedado pronto con el novio en casa para comenzar el reportaje. 20 minutos después de la hora acordada, me mandan sus amigos un vídeo del novio tomando un chupito al punto de la mañana, te puedes imaginar cómo acabo la boda. Fue una gran fiesta que seguro que los encargados del hotel donde se celebró todavía se acuerdan de nosotros. Fue una boda inolvidable porque nos centramos principalmente en contar lo que ahí sucedió y la pedazo de fiesta que se montó durante todo el día.

 

•  ¿Cuál es el trabajo fotográfico que te gustaría hacer y no has hecho?

Un reportaje social de perros y dueños, ¿seríamos capaces de reconocer a los dueños de los perros viendo dos fotografías? Y luego me gustaría ir a Tailandia.

 

•  Se puede observar que tienes una página web muy visual, ¿qué importancia le das a las redes sociales y las nuevas tecnologías para difundir y dar a conocer la empresa?

Le doy la máxima importancia. En julio tenía 5 bodas para este año, les dejé las redes sociales y la página web a la empresa Duende Creative, ahora tengo 20 encargos. También me han enseñado y obligado, porque es importantísimo, a hacer un plan de negocio, he descubierto a qué público me dirijo, cómo tengo que expresarme con las parejas, qué proyectos coger…

--Laura Escolar, novia de una de las parejas que ha fotografiado Carlos Santanatalia explica que “hoy en día, si buscas fotógrafos de boda vas a ir a google y buscarlos por internet. Es importantísimo estar en la red y saber estar presente”.--

•  ¿Qué consejo darías a los estudiantes de la Universidad que sienten curiosidad por este mundo y arte que es la fotografía?

En primer lugar que no tengan miedo, hay que ser valiente para enfrentarse a la gran competencia que hay en este mundo y a la responsabilidad que supone una boda.

Que se forme y que lo haga de los mejores y de los que más le gusten. Yo por ejemplo aprendí de los referentes del estilo que más me gustaba y de ahí fui buscando mi estilo de disparar y revelar. Que se ayuden de compañeros del mundillo, es impresionante la estrecha relación que hay entre fotógrafos, es de los pocos mercados que en vez de tirarse al cuello como  leones, no dudan en apoyarte y en valorar tu trabajo.

Hacer deporte, mucho deporte, ayuda a oxigenar la cabeza. Y algo principal en este mundillo es saber encajar las críticas (la peor parte), muchas veces estás haciendo cosas verdaderamente mal que para ti parecen normales y no ves, hasta que viene otro fotógrafo y te lo dice, duele, pero sabes que tiene toda la razón.

Y por último y lo que más me ha ayudado es hacer un plan de negocio, después una vez el negocio está en marcha, ayuda a analizar errores, encontrar mejoras y saber dónde estás y hasta dónde puedes llegar.